En la ciudad de Busan, la Vicepresidente y Canciller participó en la ceremonia de develación de la escultura en honor a los soldados colombianos caídos en combate durante la Guerra de Corea
- La alta funcionaria señaló que fueron la democracia y la libertad los valores que motivaron a Colombia a participar en la Guerra de Corea.
- Destacó que la hermandad que se forjó entre Colombia y Corea durante la Guerra se fortalece día a día: “Nuestras naciones perdurarán vinculadas en el anhelo de un progreso social, institucional y material. Por esa razón, nuestros gobiernos, los de hoy, los de mañana y los de siempre, deben trabajar con esa visión de futuro, de un fututo con progreso y desarrollo incluyente y sostenible”.
- La escultura representa el sentimiento de hermandad y solidaridad que une al pueblo de Corea del Sur con el colombiano. “Ningún lugar es lejano para que un colombiano muera por la libertad", fue la frase inscrita en la placa de bronce.
Busan, Corea. 11 de noviembre de 2021. (@CancilleriaCol). “Hoy como en 1951, la Comunidad Internacional debe estar atenta para reaccionar oportunamente en defensa de las libertades y la democracia, cuando ellas se vean amenazadas en cualquier lugar del globo”. Así lo afirmó la Vicepresidente y Canciller Marta Lucía Ramírez durante su discurso en la ceremonia de develación de la escultura en honor a los soldados colombianos caídos en la Guerra de Corea, en el Cementerio Conmemorativo de las Naciones Unidas en Busan, al sur del país asiático.
En la develación, realizada en el marco de la ceremonia “Turn towards Busan”, y que contó con la participación del Primer Ministro coreano Kim Boo-kyum, el Ministro de Patriotas y Veteranos Hwang Ki-chul, y representantes de los 16 países que enviaron tropas a Corea, la alta funcionaria señaló que fueron la democracia y la libertad los valores que motivaron a Colombia a participar en la Guerra.
“Por eso estamos hoy en una ceremonia en el Cementerio de las Naciones unidas, reivindicando la importancia del sistema multilateral que debe ser hoy más fuerte y eficaz que nunca, cuando los efectos de la pandemia parecen desviar la atención frente a la pérdida de libertades y democracia que se viven en distintos lugares del mundo, destacó la Vicepresidente y Canciller.
Con la presencia de los veteranos colombianos Álvaro Ricaurte y Jaime Torre y a 70 años del desembarque del Batallón Colombia, la alta funcionaria manifestó su gratitud a los 5.062 soldados que acudieron a un lugar tan distante, en donde 143 de ellos perdieron sus vidas y 69 quedaron registrados como desaparecidos, y destacó la importancia de los memorando suscritos en la Visita de Estado del Presidente Duque a Corea en agosto pasado que buscan apoyar a los descendientes de los veteranos y a no cesar en la búsqueda y repatriación de los restos de los desaparecidos.
Igualmente, reiteró que la hermandad que se forjó entre Colombia y Corea durante la Guerra de Corea, se fortalece día a día. “Nuestras naciones perdurarán vinculadas en el anhelo de un progreso social, institucional y material. Por esa razón, nuestros gobiernos, los de hoy, los de mañana y los de siempre, deben trabajar con esa visión de futuro, de un fututo con progreso y desarrollo incluyente y sostenible, afirmó.
“Hoy es un día para hacer nuestros votos por la paz y la concordia en la península de Corea, así como en todos los rincones del mundo”, concluyó.
Descripción de la escultura
El diseño consiste en una escultura con una figura montada sobre una base que exalta la imagen del soldado colombiano y su sacrificio en la Guerra de Corea.
La pieza refleja el sentimiento de hermandad y solidaridad que une al pueblo de Corea del Sur con el colombiano, al estar rodeado en su parte superior por dos cuernos de elefante, animal que se caracteriza por proteger siempre a los suyos.
Está elaborada de manera bidimensional, concebida a dos caras. En una se exalta la participación de las tropas terrestres, y en la otra, la de los marinos.
“Ningún lugar es lejano para que un colombiano muera por la libertad", fue la frase inscrita en la placa de bronce de la escultura, la cual fue pronunciada por el General colombiano Hernando Currea Cubides, Ministro de Defensa, en su visita a Corea en 1973. La frase está en español, inglés y coreano.